Necesitamos tiras de papel indicador de pH, tubos de ensayo, zumo de limón, bicarbonato de sodio y guantes.
Es importantísimo que sepas que debes mantener las tiras de pH siempre dentro de su bolsita. Deberás cogerla con guantes (que estén secos) y preferentemente con una pinza.
Exprime un limón dentro de un tubo de ensayo, llénalo hasta la mitad. Introduce una tira de papel indicador de pH. ¿La tira cambió de color? ¿Por qué?
La tira cambia de color porque es expuesta a una sustancia ácida. En base a la siguiente escala, ¿puedes indicar el nivel de acidez del zumo de limón? ¿De qué color quedó tu tira? ¿Dónde se sitúa en la escala de ácidos?
En otro tubo de ensayo añade 2 cucharillas de bicarbonato de sodio y después añade agua hasta la mitad del tubo. Coloca un papel indicador, ¿esta tira también cambia de color? ¿Por qué?
Tal y como ocurrió con el zumo de limón, esta tira también cambia de color, pero esta vez fue expuesta a una solución básica y por esto hay una diferencia de color entra las tiras. ¿Puedes indicar el nivel de basicidad de la solución de bicarbonato de sodio? ¿Dónde se sitúa en la escala de bases?
Con ayuda de una pipeta, ve añadiendo lentamente la solución de bicarbonato de sodio al tubo de ensayo que contiene la solución ácida. Observa el cambio gradual de color de la tira de papel indicador de pH. La tira cambia de color conforme vas adicionando el bicarbonato de sodio. Esto ocurre porque el bicarbonato es una base y, al añadir esta base a un ácido, neutralizas la solución. Si continuas añadiendo bicarbonato, llegará un momento en el que el indicador sea verde. Cuando esto ocurre, habremos pasado de una solución ácida a una solución neutra.
