Después del éxito de la plastilina casera, para aprender cómo hacerla de una forma rápida y simple haz clic aquí.
Os enseño otra forma de hacerla un poco más elaborada.
Necesitamos:
Harina, gelatina en polvo, agua y aceite.
En un cazo, pon 10 cucharadas de harina, el sobre de gelatina, y 2 cucharadas de aceite.
Añade 125 ml de agua poco a poco, mientras mezclas con una cuchara.
Pon el cazo al fuego y continúa añadiendo agua y removiendo hasta que todos los componentes se junte y obtengas una masa. Tu mezcla cogerá el color de la gelatina.
Puedes conservar la plastilina en una caja, tupper o en una bolsa de plástico para que dure más tiempo. Y recuerda que aunque todos los materiales son comunes en la cocina, es mejor no comer la plastilina.
